Me parece una barra fascinante, única. Recogida en su rincón tiene, sin duda, el imán suficiente para que no pueda remediar acercarme, repasar con los dedos sus oquedades. Los estratos de madera se tejen como un jersey de lana gorda: orgánicos, mullidos, con un fluir caudaloso. Al llegar a España en 1960 Frank Rebajes, según […]