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El notario de Casares ya entendía la peculiaridad del nacionalismo en Andalucía como el no ser nacionalista, sino abierto al mundo y universal. Además, a diferencia de los otros nacionalismos españoles, quiso que el andaluz estuviese pegado a las clases populares y que sirviese a la regeneración y el progreso de Andalucía.
Infante fue incorporado a la nueva identidad cultural y política de la Andalucía democrática en el Estatuto de autonomía. Su biografía, en cambio, indica que no hubiese estado satisfecho al verse econvertido en un símbolo más, desprovisto de contenidos. Infante era un intelectual comprometido con su tiempo. Puso la inteligencia al servicio del cambio social, con todas sus consecuencias, incluídos sus errores. Tratar de monopolizarlo es también un gran error. Debe unírsele al conjunto de intelectuales que vivieron apasionadamente su tiempo y se implicaron tratando de contribuir a mejorar la realidad de Andalucía. Ese es su mejor legado, este sí plenamente actual.
Y como otros muchos hombres adelantados (en el mejor y más completo sentido del término)vio sesgada su vida y abandonado su cuerpo en la cuneta de una carretera provincial, en el verano de 1936. Fue su tributo por vivir, como dices, apasionadamente su tiempo y por intentar mejorar la Andalucía en que vivió.
Otro incentivo más para seguir trabajando con pasión en ese proyecto global que es el de la Memoria Histórica